Cuando mis hijas sean Bloggers

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jueves, 1 de octubre de 2015

En la piscina pequeña

Mi experiencia como bimadre observadora me ha demostrado que pocos indicadores de conducta son tan fiables como lo que sucede en una piscina de niños, cada tarde veo escenas entre padres e hijos que dejan al descubierto ( negativamente las mayoría  de las veces) el resultado de como educamos a nuestros peques. La escena más repetida, que también he protagonizado yo más de una vez,  porque aquí no intento engañar a nadie, es la de los padres girar la mirada a un punto perdido luego de ver a sus hijos arrancar un juguete ajeno o tomar la justicia por sus manos ( literal) cuando tirarse primero por el tobogán es la meta. Están los padres que aprovechan ese momento para hacer vida social y hablan y se ríen a carcajadas al rededor de la piscina pero en un acto casi inconsciente y repetitivo voltean para gritar a los hijos "Jorgeeee nos vamos" a lo q el hijo responde con un inmediato chapuzón y ellos a su vez con la continuación del cuento que se interrumpe cíclicamente cada ciertos minutos para recordarle a Jorge que cuando mamá dice vámonos se hunda en la piscina. Otros de forma más hábil sacan la bolsa de gominolas para invitar a los hijos a salirse de aquella forma tan dulce ( funciona casi siempre)... Pero hoy estaba un padre dentro de la piscina, y se acerca una abuela a decirle " señor, ve a ese niño que tiene al lado? Cójalo de los pelos y sáquelo del agua" a lo que todos los padres respondimos con una carcajada inmediata, el niño quedo estupefacto ( pero no salía del agua) y la abuela solo tuvo q hacer el gesto de desabrocharse la sandalia para q el nieto saliera aunque arrastrándose hasta sus pies. Cosas interesantes de la maternidad que tal vez no me acuerde de contarles cuando mis hijas sean Bloggers.